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¿Qué pasa cuando eres tan fuerte que ya nada te emociona? Para Saitama, ser el héroe más poderoso del planeta no es motivo de orgullo… sino de aburrimiento. En un mundo invadido por monstruos, catástrofes y villanos extravagantes, este calvo con cara de pocos amigos tiene la habilidad de derrotar a cualquier enemigo con un solo golpe. Sí, literal.
Pero lejos de ser una historia típica de superación o gloria, One Punch Man se burla —y al mismo tiempo celebra— los clichés del género shonen. Mientras Saitama busca desesperadamente un rival digno, se ve envuelto en una red de caos, absurdos y burocracia dentro de la Asociación de Héroes, donde los rankings importan más que los resultados y la imagen vale más que la fuerza real.
A su lado, el cíborg Genos —su fiel y explosivo discípulo— lo sigue con admiración, intentando entender cómo puede existir alguien tan poderoso y a la vez tan… indiferente. Entre monstruos gigantes, héroes extravagantes y batallas épicas con coreografías de infarto, la serie mezcla acción intensa con un humor satírico que nunca se toma demasiado en serio.
Con animación espectacular, momentos delirantes y una crítica sutil (o no tanto) al culto a los héroes, One Punch Man es una joya irreverente que convierte el aburrimiento en un espectáculo épico. Porque cuando nadie puede darte pelea… ¿qué sentido tiene ser el más fuerte?