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Jouer avec le feu (El hijo tranquilo) es un drama francés dirigido por Delphine y Muriel Coulin que sumerge al espectador en las tensiones familiares y políticas que se desatan en un hogar de clase trabajadora. Estrenada en el 81.º Festival Internacional de Cine de Venecia, la película se basa en la novela «Ce qu’il faut de nuit» de Laurent Petitmangin y cuenta con un reparto estelar encabezado por Vincent Lindon y Benjamin Voisin.
La película narra la historia de Pierre, un padre viudo que trabaja como reparador ferroviario y sindicalista, comprometido con los valores de solidaridad y justicia social. Vive con sus dos hijos, Fus (interpretado por Benjamin Voisin) y Louis (Stefan Crepon). Cuando Louis parte a la universidad en París, Pierre se enfrenta al progresivo distanciamiento de Fus, quien comienza a frecuentar un grupo de extrema derecha. Este conflicto ideológico y generacional sacude los cimientos de la familia.
La cinta destaca por su realismo emocional y por el retrato honesto de un hombre común enfrentando la descomposición de su hogar a causa de la radicalización política de su hijo. El cine francés demuestra con películas como Jouer avec le feu que puede estar a la altura de grandes producciones como Exterminio: La evolución y F1, ofreciendo historias impactantes y conmovedoras.
La figura de Pierre, interpretada magistralmente por Vincent Lindon, es la columna vertebral de la película. Lindon, reconocido por su trabajo en La ley del mercado y Titane, encarna a un hombre trabajador, humilde y afectuoso, que intenta mantener el equilibrio entre su vida laboral y su papel de padre. Su interpretación de un padre que ve cómo su hijo mayor abraza ideas extremistas es conmovedora y cercana.
Fus, interpretado por Benjamin Voisin (Verano del 85), ofrece un retrato complejo de un joven atrapado entre la búsqueda de identidad y la atracción por ideologías que prometen un sentido de pertenencia. Su mirada introspectiva y su evolución psicológica aportan matices al relato.
Louis, el hijo menor, aporta un contrapunto de esperanza y sensatez, mostrando que todavía hay margen para la reconciliación y el diálogo.
El guion adapta con fidelidad el espíritu de la novela de Petitmangin, explorando el auge del extremismo en sectores populares y cómo el desencanto social puede fracturar las familias. La relación padre-hijo se convierte en una metáfora de la fractura de la sociedad francesa contemporánea, con el desempleo, la precariedad y el racismo como telón de fondo.
La dirección de las hermanas Coulin aporta una sensibilidad única, con planos cercanos que capturan la intensidad emocional de los personajes, así como la opresiva atmósfera de un hogar que lentamente se llena de silencios y reproches.
Antes de sumergirte en el corazón de Jouer avec le feu, es importante conocer a sus protagonistas y de dónde los podrías reconocer:
Jouer avec le feu no es solo un drama familiar; es una reflexión urgente sobre los peligros del extremismo y la fragilidad de los lazos afectivos. Con una dirección sólida, actuaciones brillantes y un tema profundamente humano, la película invita a la reflexión y al diálogo.
Si buscas una historia que combine tensiones políticas, conflictos generacionales y un retrato sincero de la lucha de un padre por no perder a su hijo, Jouer avec le feu es sin duda una obra imperdible que conecta con las realidades más profundas de nuestro tiempo.
Jouer avec le feu (2024) - opiniones y comentarios de los usuarios: