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La Canción de la Motosierra (Mootorsaed laulsid) no es una película común. Esta obra única del cine estonio mezcla el terror más sangriento con comedia absurda, elementos musicales y hasta romance. Dirigida por Sander Maran, el filme tardó diez años en realizarse con un presupuesto mínimo, pero el resultado fue una explosión creativa que conquistó festivales internacionales como Fantastic Fest y Fantasia.
Con una propuesta visual atrevida y un ritmo delirante, esta cinta se ha convertido en un fenómeno de culto que no deja indiferente a nadie.
La trama arranca con Tom y Maria, dos jóvenes recién casados que están viviendo el mejor día de sus vidas… hasta que un asesino con una motosierra irrumpe brutalmente y secuestra a Maria. Lo que sigue es un torbellino de situaciones absurdas, persecuciones alocadas, y números musicales inesperados que combinan el gore con el pop estonio.
Este viaje salvaje por mundos paralelos de amor, miedo y melodías, presenta también a personajes como Jaan, el mejor amigo de Tom, y una madre sobreprotectora interpretada por Rita Rätsepp. La película consigue que el espectador pase del susto a la risa en cuestión de segundos, mientras acompaña a los protagonistas por un camino lleno de giros extravagantes.
Todos ellos aportan energía a una historia que exige mucho en términos de humor físico, canto y entrega emocional, por muy loca que sea la escena.
Aunque La Canción de la Motosierra es una película de bajo presupuesto, ha sorprendido al mundo y ha sido premiada en importantes festivales internacionales. Esta comedia musical de terror ha captado la atención de críticos y público por igual gracias a su estilo único y desbordante creatividad:
Una de las mayores sorpresas de esta película es su mezcla de géneros. No es fácil imaginar una escena en la que alguien corre para salvar a su amor al ritmo de una canción pegajosa, mientras esquiva sierras girando a toda velocidad… pero aquí funciona.
La dirección de Sander Maran apuesta por un estilo lo-fi, con efectos visuales artesanales, que en lugar de restar, aportan encanto. La estética deliberadamente «casera» se convierte en parte del atractivo, y demuestra que la creatividad puede más que los recursos técnicos.
Definitivamente. Puede que La Canción de la Motosierra no sea una cinta para todos los públicos, pero si disfrutas del cine fuera de lo convencional, los musicales con tripas o simplemente buscas algo que nunca antes has visto… esta película es para ti.
Además, su mensaje —una parodia sobre el amor, el heroísmo y las películas de terror clásicas— hace que funcione tanto como homenaje como sátira. Es una montaña rusa de emociones y risas, con litros de sangre falsa y coros inclasificables.
Lo curioso es que La Canción de la Motosierra ha recibido mejores valoraciones en festivales internacionales que superproducciones como Jurassic World: Renace, demostrando que la originalidad y la pasión pueden superar incluso a los gigantes de Hollywood.
La Canción de la Motosierra (2024) - opiniones y comentarios de los usuarios: