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No hagas olas (título original: Pas de Vagues) es una potente película dramática de 2024 dirigida por Teddy Lussi-Modeste. Inspirada en una experiencia real que vivió el propio director, esta historia retrata con crudeza y realismo el colapso de la vida de un profesor acusado falsamente. Definidamente, al igual que Superman (2025), esta producción logra dividir a la audiencia con su narrativa incómoda pero necesaria.
Con un guion coescrito junto a Audrey Diwan (El acontecimiento), la cinta se sumerge en los efectos devastadores de la calumnia viral, el silencio institucional y el juicio público sin pruebas.
Julien lleva una vida tranquila, comprometido con sus estudiantes y su vocación. Sin embargo, su mundo se derrumba cuando Leslie, una alumna de su clase, lo acusa sin fundamentos de haberla acosado. A pesar de la falta de pruebas, el hermano mayor de la adolescente —una figura respetada en el barrio— respalda la acusación con vehemencia, convirtiendo la situación en un linchamiento social.
La escuela, lejos de proteger a Julien, se vuelve cómplice de su aislamiento, prefiriendo no «hacer olas» para evitar escándalos institucionales. Esta falta de apoyo institucional y la rápida escalada de la historia en redes sociales crean un ambiente asfixiante donde la verdad parece no importar.
Uno de los elementos más potentes de No hagas olas es su tratamiento de las redes sociales como una fuerza que puede construir o destruir vidas. El caso de Julien se viraliza rápidamente y se convierte en tendencia, no por la gravedad del hecho, sino por lo fácil que es acusar sin consecuencias.
Como si no fuera suficiente, un video íntimo filtrado expone públicamente la homosexualidad de Julien —algo que mantenía privado—, desencadenando aún más violencia, burlas y agresiones en su contra. Esta dimensión de la historia agrega capas de dolor y reflexión, revelando el costo real de vivir en una sociedad que a menudo juzga antes de entender.
El actor francés François Civil, conocido por sus papeles en películas como BAC Nord o Mi amor perdido, entrega aquí una interpretación sutil, contenida y profundamente humana. Acompañado por un sólido reparto joven y secundario, la película logra mantener una tensión emocional constante.
El guion está inspirado en una historia real que vivió el propio Lussi-Modeste, cuando fue injustamente acusado en 2020 mientras ejercía como profesor en una escuela de Aubervilliers. Este trasfondo real le da al filme una fuerza emocional genuina.
El elenco ofrece una actuación coral que enriquece la tensión emocional, mostrando lo que ocurre cuando se pierden la confianza y el apoyo.
No hagas olas no es solo un drama judicial, es una crítica feroz al sistema educativo, a la cultura del silencio y a la falta de respaldo hacia los docentes. También denuncia el peligro de las acusaciones virales sin pruebas, y cómo la vida privada de una persona puede ser destruida en cuestión de días.
La película se enmarca dentro de un movimiento más amplio en Francia que pide mayor protección legal y emocional para el profesorado ante este tipo de situaciones. El mensaje es claro: sin apoyo institucional, cualquiera puede caer en desgracia con una simple acusación.
Definitivamente. No hagas olas es una película incómoda, pero necesaria. No busca justificar comportamientos, sino abrir un espacio de diálogo sobre el juicio mediático, el abandono institucional y los riesgos de no escuchar todas las versiones.
Si te gustan los dramas sociales, basados en hechos reales y con actuaciones contundentes, esta película es una apuesta segura. Además, su tono íntimo y contenido actual la convierten en una de las propuestas más interesantes del cine francés reciente.
No hagas olas (2024) - opiniones y comentarios de los usuarios: